La oferta electoral de Ollanta Humala de disminuir el precio del GLP a 12 soles el balón de 10kg -es decir a menos de la mitad de lo que costaba en el primer trimestre del año pasado-, mediatizada en la campaña de segunda vuelta, hacia mayo pasado, mediante la afirmación imprecisa que sí bajará de todas maneras y que luego sufrió una metamorfosis hasta el último anuncio de disminuir el costo en 5 soles, a través de Petroperú, le va pasar la factura inevitablemente al gobierno.La búsqueda desesperada de una rebaja en el mencionado combustible doméstico, para al menos decirle a los electores que algo se cumplió, está llevando a una serie de decisiones erradas que van a distorsionar el mercado, que ya tenía de por medio el elemento discutible del Fondo de Estabilización, que algunos agentes consideraban grave, pero que al lado de lo que se está haciendo se puede decir que ya resulta un tema inocuo."El entorno palaciego se ha dejado encandilar, porque alguien le ha dicho al señor Humala que Petroperú puede tener la llave para cumplir con lo ofrecido", afirmó César Gutiérrez, ex presidente de la petrolera estatal. "Es el primer error: para tener influencia en la formación del precio del GLP al consumidor domiciliario se requiere tener participación en toda la cadena comercial, es decir transporte en cisternas, planta envasadora en balones, transporte a los centros de distribución, contar con éstos y finalmente canales de entrega a domicilios, cosas con las que no cuenta", aseguró.(Edición domingo).