EL SOCIO INCÓMODO
16 de enero de 2012

El reciente acuerdo petrolero entre Petro-Perú y Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) ha levantado polvo en la opinión pública por varias razones, la principal, es porque se cree que se quiere casar a una adolescente inexperta, de pocos recursos y sobre todo ingenua (Petro-Perú), con un galán madurón, multimillonario y de oscuras intenciones.Hay muchos temores en juego dentro del debate de este acuerdo. El principal es el que apunta a un acercamiento al presidente Hugo Chávez y su "socialismo del siglo XXI". El segundo, es que Petro-Perú se embarque en aventuras de inversión con PDVSA en exploración y explotación arriesgando dinero de los contribuyentes; y por último, está el cuestionamiento de si la venezolana es una empresa calificada y, sobre todo confiable, para que Petro-Perú la tenga como aliada en el negocio petrolero.Humberto Campodónico, presidente de Petro-Perú, indica que el debate no está siendo técnico y hay una negación per sé a esta sociedad sin ver sus beneficios."Lo que se ha firmado es un memorando de entendimiento que establece claramente que no hay condicionamientos de corte político, entonces no veo el porqué de la alarma", señala.El presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), Pedro Martínez, indica que es conocido por todos que PDVSA tiene alta injerencia política en su administración pero, además, que es altamente ineficiente. En ese sentido, no habría mucho que aprender de la petrolera venezolana.La producción de la empresa PDVSA está en caída desde hace diez años. Pasó de producir 3,5 millones de barriles por día (mbpd) a 2,1 mbpd; además, cuenta con una fuerza laboral sobredimensionada y tiene altas deudas financieras.