Antes de que la minera estadounidense Doe Run adquiriera las operaciones de Centromin Peru en La Oroya en 1997, se comentaba tras bambalinas lo difícil que sería vender una operación con un pasivo ambiental tan grande. La venta, aparentemente, no resultó complicada.Pero ocho años después, el problema ambiental en la zona ha vuelto a ponerse sobre el tapete a raíz de la solicitud de Doe Run de postergar el plazo para el cumplimiento de su Plan de Adecuación Medio Ambiental (PAMA).En noviembre próximo, la empresa presentará los documentos exigidos por el Ministerio de Energía y Minas (MEM) para evaluar si se le concede o no la prórroga.El comercio entrevisto a Bruce Neil, presidente de Doe Run Perú, para tratar el tema.Directivos de Doe Run Perú han declarado que si el MEM les niega la ampliación del PAMA evaluarían retirarse de La Oroya,Suena a chantaje preguntó la periodista. Neil, respondió que "tengo mucha confianza en que recibiremos la ampliación de nuestro PAMA y estamos trabajando duro en este tema.Entonces ¿no hay posibilidades de que se retiren de La Oroya el 2006?. No podemos predecir el futuro, pero nuestro compromiso es quedarnos en el Perú.Algunos analistas aseguran que la causa real tras el pedido de ampliación es su interés por vender la fundición. El presidente de Doe Run dijo que "he escuchado los comentarios de las ONG antimineras y esa historia no es real.Creemos en el futuro minero del Perú, y creemos que la industria minera en el país - y nuestra parte en esta industria- será un negocio exitoso en el futuro.