La Oroya nos duele, es un penoso ejemplo de irresponsabilidad empresarial y abandono estatal. A pesar de que DOE RUN (RENCO Group) ya no opera, los niveles de plomo en la sangre de la población siguen siendo altos, persiste la afectación ambiental y aumenta la conflictividad. Por todos los ángulos, el caso es de vergüenza. La irresponsabilidad de DOE RUN, empresa con pésimos antecedentes inclusive en los EE.UU., ha encontrado en el TLC un mecanismo para eludir sus obligaciones, y demandar por 800 millones de dólares al Estado Peruano.Nadie se sonroja, ¿estamos todos contaminados?. Los planes ambientales no se cumplen, la salud empeora y la exigencia de los trabajadores por sus empleos, es utilizada por la empresa para presionar al gobierno peruano. DOE RUN está peleando: millonarias campañas mediáticas y fuertes lobbies ante el gobierno peruano y el estadounidense. Este año la batalla será más dura, ¿tiene nuestro gobierno una estrategia integral?,afirma Alejandra Alayza, coordinadora ejecutiva de Red Ge.