LO QUE DEBEMOS DEBATIR
23 de octubre de 2005

En los últimos días hemos presenciado uno de los escándalos que llenan las páginas de los periódicos con cierta regularidad. Este episodio, sin embargo, así como las llamadas crisis anteriores, nos deja con una duda: en un país en pleno proceso electoral, ¿nuestra clase política y nuestros medios están realmente dedicados a los temas que son fundamentales para el futuro del país? Lamentablemente, si las encuestas son una guía, la respuesta a la pregunta es ampliamente negativa, como lo demuestra la mayoría de las encuestas, que rechazan a los partidos políticos y muestran que una mayoría de los ciudadanos están indecisos sobre la elección que se llevará a cabo en abril del 2006. No podemos ser inocentes y pensar que los medios de comunicación se van a dedicar únicamente a debatir los grandes temas económicos y sociales. Esa sería una receta para que casi nadie los leyera o escuchara. La realidad es que la controversia, el escándalo, el sexo y la tragedia ajena venden; los sesudos debates no. No obstante, está llegando la hora, a menos de seis meses de la elección, de que los principales actores en esa contienda nacional presenten sus posiciones sobre los grandes temas para el futuro del país y que se genere un debate alrededor de ellos. Por supuesto, la política siempre está dominada por asuntos locales (la carretera, el hospital, el colegio, etc.), pero aun así hay temas que afectan directamente a la gran mayoría de los ciudadanos a nivel nacional. ¿Cuáles son esos temas? 1. Trabajo. ¿Qué debemos hacer para crear oportunidades de trabajo formal y remunerado para todos? En el Perú, menos de un tercio de la fuerza laboral tiene un trabajo permanente y formal (o sea con seguro, vacaciones, sistema de pensiones, etc.). El crecimiento más importante de puestos de trabajo en los últimos cuatro años ha sido en el sector agroexportador (unos 500,000 nuevos trabajos formales), que tiene un régimen laboral especial. Hay allí una lección para otros sectores. Se dice que el tema de la formalización laboral no se debe discutir en un año electoral. Al contrario, hay que provocar un debate para que el próximo Parlamento y gobierno actúen: no podemos seguir siendo un país laboralmente primitivo. 2. Educación. Si bien la cobertura del sistema educativo público ha mejorado notablemente en la última década, también es cierto que nuestra educación todavía adolece de grandes defectos: bajo rendimiento (en la capacidad de leer y escribir, de hacer cálculos, de seguir normas cívicas básicas), baja inversión en locales y en materiales educativos, carencia de educación pública intermedia en temas técnicos, exceso de universidades que no tienen credenciales adecuadas, etc. Todo esto no se puede resolver en un quinquenio, pero debe haber propuestas electorales concretas y realistas de cómo salir de la crisis actual.3. Seguridad. Estamos trabajando en el tema seguridad y esperamos tener resultados concretos en los próximos meses, pero ellos serán sólo la primera etapa de varias. También hemos suscitado la preocupación por la subversión, financiada por la droga y la tala ilegal de árboles en la Amazonía. Son temas que no se pueden esconder debajo de la alfombra, sobre todo en una elección.4. Infraestructura. Nuestros puertos están hechos para el comercio exterior del año 2000: desde entonces nuestras exportaciones e importaciones se han duplicado; 40% de nuestra población no tiene agua en sus casas; la necesidad de carreteras es un clamor universal. Hay nuevos planos, bien preparados y en gran parte financiables, para remediar estas deficiencias. Parte de estos proyectos ya están en marcha, pero debe haber una propuesta de los candidatos sobre los planes ya presentados por el gobierno.5. La economía. Cuando termine este gobierno, habremos tenido cinco años de crecimiento continuo, sin inflación, por primera vez en más de 50 años. Pero no necesitamos sólo cinco años de crecimiento, sino por lo menos 30 años para salir de la pobreza y llegar a la modernidad. El año 2006 será un punto de inflexión, no sólo debido a la elección, sino también porque es probable que la economía internacional sea menos favorable: ¿seguiremos adelante con los esfuerzos que se han venido haciendo, o iremos por el camino de los experimentos? Pienso que iremos por buen camino, pero debemos debatir el tema, incluyendo la propuesta fundamental del TLC con Estados Unidos, señala Pedro Pablo Kuczynski.(Edición domingo).

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