Mientras que en el Perú la minería está en jaque, nuestro vecino país del sur aplaude este estancamiento y se prepara para seguir sacándonos varios cuerpos de ventaja en la explotación de los recursos mineros, aprovechando los buenos precios de los metales y el interés de los inversionistas en refugiarse en proyecto de mediano y largo plazo que garanticen una rentabilidad atractiva para sus capitales. Ayer por ejemplo, revisaba el discurso del presidente de la Sociedad Nacional de Minería de Chile, Alberto Salas, quien comentaba, hinchado de orgullo, que el incremento de las inversiones mineras proyectadas para el periodo comprendido entre 2012 y 2018 demandará la incorporación de alrededor de 80 mil nuevos trabajadores, entre profesionales, técnicos y operarios, lo que supondrá un total de 290 mil empleos directos en la minería chilena en el 2018. En ese sentido, Salas expresó la "necesidad de incentivar a las nuevas generaciones a optar por la minería en su desarrollo profesional y, adicionalmente, acelerar y estimular el proceso de incorporación de la mujer a nuestra industria". ¿Algún día escucharemos este mensaje en un discurso presidencial de 28 de julio? Sé que soñar no cuesta nada pero hay que pisar tierra. Y qué mejor con el último informe de Moody’s sobre la administración Humala."A pesar de que el desempeño del Gobierno hasta el momento ha sido alentador, la baja confianza en los negocios refleja dudas acerca del compromiso del actual Gobierno con una política económica responsable en caso de que el respaldo popular y político comience a deteriorarse". Así estamos