DIÁLOGO DE SORDOS
20 de diciembre de 2011

Los ultras han demostrado que son poco útiles para el desarrollo nacional. La paralización forzada con amenazas de muerte a los pobladores de Cajamarca refleja el espíritu autoritario de este tipo de embrionarias dictaduras, que sólo demuestran la escasa inteligencia de seudodirigentes primariosos, que se desmoronan de sus temporales pedestales, constituyéndose en singulares ídolos de barro. Ello ha quedado evidenciado una vez más en la jornada de ayer, lunes, cuando un iluso primer ministro pretendió abrir un espacio de diálogo con esta dirigencia, cuya legitimidad social ha sido duramente cuestionada, y sólo obtuvo como premio consuelo una mecida olímpica de los autodenominados "representantes del pueblo". Desde esta columna hemos sido siempre críticos de la falta de inteligencia y persuasión de la administración Humala frente a los más de 200 conflictos heredados de la administración García. Pero lo más lamentable es que el actual gobierno cae en el juego de seudodirigentes que sólo tienen como objetivo chantajear al gobierno central para obligarlo a expulsar a inversionistas privados que apostaron por el Perú. ¿Qué hará la administración Humala a la hora de recibir este portazo en la cara, dado por sus ex socios de la campaña electoral. ¿Es que acaso no sabían de su forma de "negociar" anteponiendo chantajes y amenazas? Ha llegado la hora que el gobierno asuma su rol y liderazgo, para restablecer las mínimas condiciones de respeto a las reglas de juego y estabilidad, que el Perú ofreció como parte de su estrategia para salir del subdesarrollo.