Ernestina Abral abre los ojos y todos los días ve el bosque, ve el río, ve el cielo clarito. A sus 27 años, la vida es perfecta así y quiere que todos tengan un poco de esa vida. Por eso empezó a hacer figuras con telares, mostacillas y hojas de palmera para recrear su mundo trnaquilo en la comunidad de Kirugueti, en el distrito de Echarate, en la provincia cusqueña de La Convención. Ernestina y otras 9 mujeres machiguengas exhiben sus trabajos desde ayer en Lima, apoyadas por la empresa Pluspetrol y asesoradas por la organización Flora Tristán.