La frase de Baltazar Caravedo, representante de la Fundación Avina es contundente: "no puede haber una empresa sana en una comunidad enferma".Por eso, cuando en 1993, la minera Yanacocha empezó sus operaciones en Cajamarca, aparte de sus actividades de extracción de oro, también se preocupó por el desarrollo social de esta."Aparte de las actividades de extracción de oro, pusimos en marcha programas de responsabilidad social y ambiental, que iban acorde con las necesidades y pedidos de la población, desarrollando proyectos de educación, de producción agropecuaria y de infraestructura en dos ámbitos: el rural y el urbano", afirmó Carlos Santa Cruz, director gerente de Newmont Latinoamérica. En la presentación de los avances de Yanacocha en Cajamarca durante sus actividades mineras, Santa Cruz también afirmó que invirtieron cerca de US$ 40 millones en programas sociales y US$ 200 millones en protección de medio ambiente.