LA AGONÍA DE CONGA
6 de diciembre de 2011

El proyecto Conga fue suspendido "a exigencia del Supremo Gobierno", reza el comunicado de la empresa Yanacocha. Para los más suspicaces, ello indica que en esta gestión no se realizará dicha explotación minera. Lo cierto es que el baile aún no termina, pero resulta improbable que con el necesario estado de emergencia decretado en Cajamarca el diálogo prospere. Difícil también que se pueda reanudar pasados los 60 días que durará la medida tomada. Más complicado aun es definir si el proyecto Conga nació muerto. Tener la licencia del Estado y la aprobación del estudio de impacto ambiental no basta. Yanacocha debe tener fresca en la memoria el conflicto que se creó por el cerro Quilish, donde habría mucho más oro que en Conga. Más aun cuando en este caso se trata de inutilizar cuatro lagunas que a los ojos y al corazón causan simpatía. Los pasivos de esta empresa no son necesariamente ambientales, sino más bien de una mala relación con un sector de la población. Eventos como el derrame de mercurio en Choropampa están presentes en el resentimiento de muchos cajamarquinos. Cierto es que Yanacocha no fue responsable del accidente, pero marcó un hito. Al final, el mineral se transportaba para esa empresa y se afectaba su imagen. Quedó como insensible e indiferente, ganándose la animadversión de un buen número. Habría que conocer más cómo operan las mineras auríferas en Alaska o en Canadá para copiar lo bueno. En el caso de Conga, si bien se dice que se trabajó con 32 comunidades que representan a 20 mil ciudadanos, faltó una difusión, una explicación técnica para el resto. O mejor dicho, la voluntad de difundir de manera didáctica cómo se llevarían a cabo los trabajos. Principalmente por lo sensible que es el tema del agua y por lo imponentes que son las lagunas en cuestión. No vimos un útil 3D, ni nada por el estilo, las ONG contrarias a la actividad minera sí lo tienen y bien hecho además.Fuera de la importante inversión que significan para Cajamarca y para el país los 4.800 millones de dólares de la mina Conga, el final de esta historia alcanzará a los proyectos mineros de la región. Ya el presidente regional ha advertido que las inversiones de La Granja, El Galeno y Michiquillay –que suman 5.200 millones de dólares - tienen "serios problemas ambientales". Habría que ir adelantándose a los hechos y allanando ese camino. La única manera de dialogar, aunque no se constituyan las mesas respectivas, es con argumentos técnicos. Y estos pueden ser expuestos de manera pública, el Gobierno tiene las vías, lo que no puede seguir ocurriendo es que el debate sobre el agua se politice, afirma Mariella Balbi.