El Banco Central de Reserva (BCR) tendrá que retirar el nombre de Conga en su próximo reporte trimestral de inflación -que cubrirá todo el 2011- y, por ende, ajustar sus proyecciones para el próximo año en lo referente al incremento de la inversión privada y su efecto sobre el crecimiento del PBI. El ahora paralizado proyecto minero ocupaba el segundo lugar en la lista de inversiones previstas para el periodo 2011-2013 elaborada por el instituto emisor, en la cual el 58% de los US$ 47,693 millones de capital privado por ejecutarse corresponde a minería e hidrocarburos.Es comprensible, entonces, la preocupación de representantes empresariales y ex ministros de Economía, pues la suspensión de Conga afectará otras actividades, como la construcción y el suministro de maquinaria y equipos, al tiempo que influirá negativamente en las cifras macroeconómicas. Y con un panorama internacional incierto, el riesgo de que otras inversiones se frenen es muy alto.Las críticas al Gobierno por el manejo de esta crisis han sido muy duras, una prueba de que la memoria política en el país es muy corta, puesto que sus antecesores no lo hicieron mejor. Y la autocrítica, como siempre, sigue brillando por su ausencia; nadie ha asumido ninguna responsabilidad -ni el Gobierno Nacional, ni el Gobierno Regional de Cajamarca, ni quienes protestan ni el empresariado. Quizás esta escasa voluntad de dialogar sea el factor que decida la suerte de muchas inversiones que han estado previamente programadas pero que ahora posiblemente se encuentren en evaluación. ¿Cómo invertir en un país donde cualquier desacuerdo enciende la chispa y nadie parece dispuesto a solucionarlo? Es cierto que estas actitudes intransigentes no son de ahora, pero ya es tiempo de que se actúe con responsabilidad.Por el lado del Estado, es preciso reformular la comunicación con la población y mejorar la eficiencia del gasto a fin de eliminar la triste paradoja de que los millonarios megaproyectos se ubican en los departamentos más pobres. De parte del sector privado, seguir el ejemplo de las empresas que sí están tomando en cuenta el bienestar de las comunidades de sus áreas de influencia. Que el fracaso de Conga sirva para sacar buenas lecciones.