Enviado por el gobierno, el responsable de Conflictos Sociales de la Presidencia del Consejo de Ministros, Víctor Caballero (llamado "Caballero nomás" por un columnista de izquierda radical), había llegado a Cajamarca la tarde del domingo, y por la noche se reunió con el presidente regional. Santos no había querido hablar con él. Creía que el visitante había maquinado a sus espaldas la deslucida visita de tres ministros a las lagunas del proyecto Conga, el 2 de noviembre. En la reunión Caballero le explicó que no era cierto, y que quería tender puentes.-Ustedes necesitan una salida-le dijo.Santos respondió que era demasiado tarde. La gente estaba demasiado en contra de la minera y la única solución era que se fuera. Sin embargo, ofreció convocar a los alcaldes a la mañana siguiente. Lo invitó a que regresara. El lunes, cuando Caballero lo hizo, no había reunión ni alcaldes. Santos le explicó que los alcaldes solo esperaban que el gobierno actuara cancelando Conga. La situación cambió desde la noche del martes, cuando Minera Yanacocha anunció que suspendía el proyecto.El anuncio no cayó bien entre los organizadores del paro indefinido. Por una parte, desean la anulación del proyecto mediante resolución gubernamental. Por otra, toman el anuncio como una maniobra: un gesto de "flexibilidad" ante la opinión pública, para que después los dirigentes de la protesta social parecieran intransigentes y fueran vencidos por desgaste. Por eso decidieron continuar el paro, pero hacerlo menos asfixiante.