El tema de los efectos por la explotación del gas de camisea sigue generando controversia.Nuevamente las protestas se centraron ayer en el distrito de Anco, en la provincia de la mar, donde el alcalde Celestino Romín Romero denunció que se habían escuchado ruidos extraños en los ductos que transportan el gas a través de los cerros y que se temía un nuevo derrame de hidrocarburos.La queja fue expuesta por el burgomaestre a Alejandro Segret, gerente de Transportadora de Gas del Perú (TGP), en una reunión realizada en esta localidad y en la que también participaron los diversos representantes ediles de los 15 caseríos existentes en la zona.El motivo de la cita fue llegar a un acuerdo sobre la indemnización que les otorgaría la compañía por el derrame ocurrido en setiembre pasado.En lo que respecta al resarcimiento económico que recibirán las comunidades de Anco, Pedro Yaranga, representante del gobierno regional de Ayacucho, dijo que la empresa TGP se comprometió a otorgar a las comunidades un seguro de responsabilidad para atender cualquier problema que pudiera surgir por la explotación del gas de Camisea.
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