En su tercer día de paralización el ambiente en Cajamarca era de tensa calma, y aunque el gobierno nacionalista sigue imperturbable y solo observando las incidencias, los cambios sí se han dado en la otra orilla en estas últimas 72 horas. Ahora resulta que los impulsores del paro antiminero cambian roles y hoy se muestran como mediadores de la paz y del retorno a la tranquilidad para que mañana el presidente Ollanta Humala los visite con su Consejo de Ministros.Este cambio casi camaleónico lo ha experimentado el polémico y radical presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos. Aunque no deja de usar su llamativa camisa roja declaró a los medios de comunicación que esperaba que los dirigentes gremiales y de frentes de lucha apacigüen a sus seguidores para que retorne la tranquilidad a la región.(Edición domingo).
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