Lentamente, el gobierno del presidente Ollanta Humala está marchando hacia los cambios políticos que entiende necesarios para desarrollar las propuestas de la hoja de ruta que presentó su partido en la segunda vuelta electoral. La marcha parece inexorable y, por tanto, irreversible, pero como sucede en toda evolución, los cambios cuestan, y si su organización no está lo suficientemente cimentada, pueden generar crisis de insospechadas consecuencias.El presidente con su sentencia de "oro y agua" intenta conciliar la inversión con el desarrollo social y la conservación ambiental. La posición llevará a que algunos desistan en seguir acompañándolo, como es el caso del asesor Carlos Tapia, lo que debería entenderse como natural, y habrá otros que insistirán en usar la fuerza para oponerse a los proyectos de extracción de recursos naturales.Es ahora cuando el presidente tiene que imponer su liderazgo, reforzar la organización del Gobierno y tomar medidas que impidan el fracaso de las acciones tomadas y refuercen la unidad. En ese sentido, no debe tolerar, por ejemplo, el debate que ha mantenido en las redes sociales un asesor en ejercicio con otro renunciante, porque eso genera confusión y otorga elementos para especular respecto a lo que está sucediendo en el Ejecutivo. Además, los ministros, más que nadie, deben adoptar una sola posición con los planes gubernamentales, para evitar contradecirlos públicamente, restándole autoridad al jefe de Estado. El ministro de Agricultura lo ha hecho al oponerse a que la Autoridad Nacional del Agua (ANA), hoy en su sector, pase al ámbito de la Presidencia del Consejo de Ministros, y también el ministro del Ambiente, que aunque respalda la inversión en Conga, ha expresado públicas objeciones al proyecto. Ambos tienen derecho a pronunciarse, pero deben tener en cuenta que sus declaraciones pueden resquebrajar la unidad del Gobierno en este tema.Por ello, este es el momento, señor presidente, de tomar decisiones, tal vez con un reajuste en el Gabinete Ministerial y en el grupo de asesores que lo acompañan en los ministerios.