La Audiencia Regional de Madre de Dios, organizada por El Comercio, ha puesto sobre la mesa la tremenda paradoja de una zona tan rica en recursos mineros, forestales y turísticos, pero tan amenazada por la contaminación, el desorden, la deforestación, la pobreza y la inseguridad. Según las autoridades y representantes regionales, lo más grave es la minería informal e ilegal aurífera, que alimenta un círculo vicioso de envenenamiento y destrucción de suelos, ríos y medio ambiente, además de otros delitos aborrecibles como trata de personas, proxenetismo y delincuencia. Y, aunque fue lamentable la ausencia del presidente regional, Luis Aguirre, el sentimiento mayoritario fue de compromiso por buscar soluciones prontas y sostenibles. Estas incluyen el mejor manejo de las concesiones, el reordenamiento territorial y la erradicación de minería ilegal, así como mayor atención del Estado para proveer servicios básicos de agua, desagüe, luz y salud. No puede haber dilación. Urge mejorar la calidad de vida de estos compatriotas que deben ser integrados a la peruanidad.