Aunque recién en enero del próximo año pasará a ser miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el Perú recibió ayer su primera tarea: supervisar la estabilidad política en Bolivia y Ecuador. Quien le comunicó el encargo fue el propio secretario general de la ONU, Kofi Annan.Ello ocurrió durante la entrevista privada que, durante veinte minutos, tuvieron el presidente Alejandro Toledo y Annan en el despacho de la ONU ubicado en el segundo piso del Palacio La Fonseca, enclavado en el corazón de Salamanca, apenas unas horas después de inaugurada la Décimoquinta Cumbre Iberoamericana.Con el objetivo de acudir a la reunión con Annan, Toledo tuvo que retirarse antes de que terminara la primera reunión plenaria de la cita internacional. Fue durante ese diálogo que se revisó la situación política de la Comunidad Andina. "Hemos acordado coordinar y armar un grupo de trabajo que nos permita monitorear tanto lo que sucede en Bolivia como en Ecuador sin entrometernos en los asuntos internos de cada país. También hemos revisado el papel que cumplirá el Perú en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas".(Edición sábado).