CANON, CONFRONTACIÓN
20 de noviembre de 2011

La descentralización que inició Alejandro Toledo al principio de su gobierno en 2001 tiene ya 10 años de existencia. Este aniversario es propicio para evaluar sus éxitos y también sus falencias. No hay duda de que existe una gran frustración con el hecho que la agitación general y antiminera en varias regiones y provincias ha ido aumentando, a la vez que han crecido casi vertiginosamente los recursos del canon minero y de hidrocarburos distribuidos a esas regiones y provincias. Hay que agregar las regalías, especialmente del gas: la región Cusco, por ejemplo, recibe más de $1 millón al día sólo de las regalías del gas de Camisea.¿Y en qué se invirtió esta plata? ¿Sirvió para tranquilizar a las poblaciones andinas que desde generaciones se sienten olvidadas? La respuesta clara es NO. Es cierto que todo el dinero no se ha desperdiciado: ha habido obras, pistas, colegios. Lo que no se ha invertido se ha quedado guardadito en el banco. Pero el gran objeto del canon y de la distribución de ingentes recursos de las regiones era para inversiones que ayudaran a reducir la tremenda pobreza de las zonas altoandinas y amazónicas. La pobreza sí se ha reducido, como lo demuestra un estudio de Richard Webb, pero poco ha venido de la acción de los gobiernos de las regiones.¿Por qué? Porque la descentralización se hizo sin suficientes preparativos, entrenamiento y personal. Lamentablemente, reina la corrupción en varias regiones y municipalidades. El Ministerio de Economía y Finanzas no quiere ayudar directamente a las regiones ni meterse en ellas. Las regiones tampoco quieren que el MEF esté allí. El "SNIP" (Sistema Nacional de Inversión Pública) es una repetición de formularios y recitaciones burocráticas que no resuelven los problemas. Resultado: las regiones sólo invierten 25% de los recursos asignados y las municipalidades algo más, pero el resultado total es miserable: estamos desperdiciando los mejores años de nuestros recursos naturales en politiquería, agitación y corrupción. Tenemos urgentemente que crear una nueva visión, una nueva organización.¿Qué hacer? Yo propongo un debate nacional. Por un lado hay quienes dicen, como yo mismo, que el gobierno cree una burocracia más entrenada, eficiente y efectiva. Pero por el otro hay quienes dicen que el mejor juez de cómo se debe invertir y gastar la bonanza es el individuo: que ellas y ellos reciban la plata y decidan cómo gastarla. Piensan que lo peor es seguir como estamos ahora: plata desperdiciada y enfrentamientos constantes.Obviamente, en un debate de este tipo, no habrá victorias absolutas. Tendrá que buscarse algún tipo de transacción. Pienso que se plantearán dos visiones: la europea (mejor y más gobierno) y la norteamericana (más iniciativa privada). Pero hay una posición en el centro que merece estudio: sí, mejor gobierno con más capacidad gerencial, pero también sí, más recursos directamente a los pobladores. Esta última opción es la "Opción Alaska". En Alaska cada residente recibe un cheque anual proveniente de las regalías petroleras. Son varios miles de dólares por habitante por año. Hay que demostrar que uno es residente permanente.Si nos trasladamos a Minas Conga, en el sureste de Cajamarca, allí vemos la verdadera fuente del conflicto reciente: los que viven cerca de la mina confían que recibirán beneficios importantes (trabajo, contratos, educación), pero los que están más lejos tienen dudas y desconfían, como es lógico. Estos últimos creen en el padre Arana, el dirigente Wilfredo Saavedra y el presidente de la región, Gregorio Santos. La desconfianza crea la agitación. Se habla del agua y de las lagunas en las zonas altoandinas encima de 4.000 metros: sin duda el agua es un tema importantísimo, pero ese no es el problema dominante: el problema es la desconfianza y la ignorancia, ingredientes básicos para que prospere la agitación. La "Opción Alaska" desinflaría rápidamente esa tensión, si se organiza bien.Esperemos el debate en un ambiente de reflexión y diálogo, en vez de bloqueos y violencia. Con la violencia nunca se logró nada. En los próximos días explicaremos con más detalle nuestra propuesta, señala Pedro Pablo Kuczynski.(Edición domingo).