LO QUE FALTA EN LA NUEVA LEY GENERAL DEL AMBIENTE
16 de octubre de 2005

El Congreso ha dado un paso muy positivo para el país al aprobar la Ley General del Ambiente. Un paso del que, por lo demás, este Diario se enorgullece, al tratarse de una reforma por la que veníamos luchando hace mucho tiempo.El cambio climático en el mundo ha llegado a tal nivel de alerta que sería un absurdo mayúsculo no establecer un cambio profundo en nuestra política de defensa del medio ambiente. El desarrollo económico y empresarial no puede estar divorciado de este compromiso.A propósito, hay aspectos que aún deben completarse. Así, no quedan claras en la nueva ley cuáles serán las penalidades que recaerán sobre quienes la violen. Sin castigos efectivos es difícil esperar cumplimientos reales, por lo que necesitamos señalamientos y precisiones.Por otro lado, la nueva autoridad autónoma (Conam) debe serlo de modo efectivo e indubitable, por encima del Gobierno y al margen de intereses de otro tipo. Asimismo, queda pendiente ajustar la nueva ley a los estándares de la Organización Mundial de la Salud: los niveles de arsénico en el agua que enferman a un europeo no son distintos de los que se requieren para intoxicar a un peruano. No es una comparación caprichosa, sino una medición patética.En tal escenario, así como luchamos por esta ley y aplaudimos su aprobación, velaremos porque su reglamentación y desarrollo cumplan los estándares que el Perú espera de ella.(Edición sábado).

  • [El Comercio,Pág. A 4]
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