LA POBREZA INERCIAL - AGUA- CONGA Y MÁS
20 de noviembre de 2011

El Perú es uno de los pocos países privilegiados con una multiplicidad de recursos naturales que determinan un gran potencial de desarrollo. Sin embargo, seguimos siendo pobres porque no hemos sabido ponerlos en valor.Poner en valor es generar recursos económicos e impactos positivos en lo social y lo ambiental. Pero hay dos requisitos: inversión y tecnología.Si hubiéramos tenido inversión suficiente y hubiéramos aplicado tecnologías para poner en valor nuestros recursos naturales, seguramente seríamos excedentarios en agua, produciríamos sosteniblemente más de 10,000 millones de dólares en derivados de madera y produciríamos tanto o más cobre que Chile. En corto, no seríamos pobres.El caso del agua.La naturaleza nos ha dado un ciclo muy marcado de abundancia y carencia de agua. Nuestra geografía con sus cumbres y valles hace que las aguas fluyan al mar, llenando previamente los reservorios naturales o lagunas. Lamentablemente los terrenos se han ido impermeabilizando y muchas lagunas tienen fondos arcillosos, por lo que la capacidad de recarga de las napas es menor al 10% de las aguas de lluvia.Nos hemos limitado a vivir inercialmente con lo que la naturaleza nos da sin que la tecnología potencie nuestras capacidades. En las ciudades no reciclamos las aguas servidas, en la sierra cuidamos los reservorios naturales como están, pero cuando nos toca una época seca, sólo queda rezar. Hemos desarrollado todo tipo de mitos para mantener el statu quo y asegurarnos que nadie venga con la tecnología a proponernos "aventuras".Si de verdad queremos contar con agua abundante todo el año, tendríamos que hacer reservorios ecológicos por todo el país. Si no le agregamos valor a la naturaleza, seguiremos siendo pobres.Es increíble que tengamos presidentes regionales, congresistas, consultores y políticos que se opongan la aplicación de la tecnología para crear valor. Curiosamente, quienes ya entendieron que la tecnología puede mejorar las condiciones de vida y aumentar la disponibilidad de agua, son aquellos ciudadanos que viven en los minifundios altoandinos, los Yachachiq de Sierra Productiva, que ya no esperan la lluvia y han instalado reservorios y riego tecnificado que les da agua todo el año.Ya es hora de aprovechar la tecnología moderna para el manejo del agua y de aprovechar la capacidad de inversión de la minería formal y regulada. Oponerse a la posibilidad que nos brinda la tecnología, es traicionar a los pobres que se dice defender, afirma Pablo Bustamante Pardo..