EL MEF Y EL MISTERIO DE LA FACTIBILIDAD
8 de noviembre de 2011

La cuestionada capacidad de gasto de los gobiernos regionales y locales es una de las peores consecuencias de un proceso de descentralización que estuvo mal concebido y peor implementado. Las dificultades que esas jurisdicciones exhiben para administrar sus presupuestos no han sido solucionadas y ahora que se han cumplido nueve años de iniciada la así llamada "regionalización", la realidad muestra que el problema se profundizará si no se toman decisiones inteligentes.Según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el 80% de los proyectos de inversión pública no contribuye con generar impactos en la calidad de vida y desarrollo económico de la población, lo cual explica por qué los indicadores sociales no han mejorado como se esperaba. De estas obras, que anualmente suman en promedio 25,000, el MEF solo declara viables el 1% aquellos que superan los S/. 10 millones.La Ley de Bases de Descentralización fijó las competencias de los tres niveles de gobierno (nacional, regional y local), pero falló en establecer la forma en que debían ser transferidas. ¿Se les explica a los alcaldes, por ejemplo, en qué consiste una inversión productiva o un impacto de mediano plazo? Las cifras indican que no, que el uso ineficiente de los recursos fiscales es resultado del desconocimiento de los conceptos más elementales de gasto público.Y el responsable es el MEF. Si cuando comenzó a transferir fondos a los departamentos, provincias y distritos no se preocupó por preparar a las autoridades para elaborar estudios de factibilidad, ahora tiene la oportunidad de subsanar ese grave error. El presidente Ollanta Humala ha anunciado que se instalarán módulos del MEF en las oficinas de cada gobierno regional para que los apoyen en la preparación de sus proyectos, aunque no ha proporcionado más detalles.La propuesta es interesante, pero no parece formar parte de una política presupuestaria integral. Ello debido a que otra enorme deficiencia del gasto descentralizado es que cada gobierno subnacional se maneja como un establecimiento estanco, aislado de lo que hacen sus vecinos. Y la consecuencia es la existencia de miles de proyectos pequeños, en lugar de pocos pero cuyo alcance trascienda los límites territoriales.

  • [Gestión,Pág. 18]
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