El proyecto Minas Conga (Cajamarca) es un megaproyecto de oro y cobre, que entraría en producción el 2015. Requiere de una inversión de más de US$4,000 millones y crearía 5,000 puestos de trabajo directo, además de los indirectos, que usualmente son mucho mayores. Generaría exportaciones por más de US$1,600 millones anuales, y contribuiría en más de US$350 millones en impuestos al año. El proyecto cumplió con todos los estudios, licencias y permisos exigidos por el Estado, incluyendo el Estudio de Impacto Ambiental y Social (EIAS), el cual fue aprobado en octubre de 2010, tras pasar las rondas de consultas con comunidades. No sorprende que todo estuviera en regla, si uno considera a sus principales accionistas: Newmont, Buenaventura y el IFC. Llegamos al 2011, nuevas autoridades regionales, y empieza el ruido y las protestas. Entra el Gobierno Nacional a mediar, y veremos cómo se escribe la historia. Una cosa es clara: se desconocen los procesos, se para este proyecto y adiós inversión minera formal en el país. Prueba de fuego para el Gobierno, señala Alonso Segura.