En mayo del 2010, cuando Alan García aún era presidente de la República, se prometió que en enero del 2011 se iniciaría la construcción del gasoducto del sur. Dentro de poco estaremos en enero del 2012, y como van las negociaciones parece que ni siquiera en esta nueva fecha comenzarían las obras, fundamentalmente porque no existe acuerdo entre el Gobierno y el consorcio Kuntur, que se adjudicó la concesión, sobre el peso que tendrá Petroperú en esta tarea. El consorcio integrado por la brasileña Odebrecht y la estadounidense Conduit Capital cree que la participación de Petroperú en la obra no debe ser mayor al 20%, lo que ha sido rechazado por los representantes de la empresa estatal, que reclaman 50%. Una fuente del Ejecutivo dijo a Gestión que "el Estado peruano no aceptará la imposición del consorcio privado de solo otorgarle el 20% de participación accionaria en el proyecto", y argumentó que Petroperú se merece al menos un 50% porque "cuenta con los recursos y la infraestructura para tener una mayor participación".