INVERSIÓN NO SE DEBE DETENER
26 de octubre de 2011

Mientras el Ejecutivo afronta su primera crisis política y el Congreso continúa con sus escándalos de siempre, el desempeño de la economía peruana sigue sorprendiendo por sus buenos resultados. Tras haber registrado una desaceleración en junio (5.3%), el PBI retomó las tasas de crecimiento superiores al 6% en julio y agosto, e incluso superó las predicciones de los analistas, en lo que sería una muestra de que el sector productivo parece estar recuperando la confianza con mayor rapidez que los analistas.La data de agosto no solo destaca por la expansión del PBI, sino que también se extiende a otros indicadores como el incremento del ingreso promedio de los trabajadores (en Lima Metropolitana). Pero quizá la variación más destacable, dada la coyuntura externa, es la del valor de las exportaciones, pues creció nada menos que 52.7%, lo que originó que el superávit comercial haya sido superior en 2.6 veces al de agosto del 2010.Sin embargo, habría que esperar los resultados de setiembre a fin de confirmar que efectivamente estamos ante una tendencia positiva en la expansión del PBI, teniendo en cuenta los nubarrones que están apareciendo en el panorama internacional y que amenazan con profundizar y extender los problemas económicos y financieros de Estados Unidos y Europa hacia las economías emergentes. Ya que si China cae, la economía peruana se vería seriamente afectada.En medio de este panorama alentador llama la atención que el Gobierno marche pausadamente para impulsar los procesos de concesión pendientes y tenga una actitud pasiva frente a los conflictos que comienzan a poner en riesgo varios proyectos de inversión, principalmente en el sector minero, actividad en la cual la administración Humala ha cifrado sus esperanzas de conseguir 3 mil millones de soles con el nuevo esquema tributario aprobado. A la par comienzan a registrarse medidas proteccionistas, como fue la restricción a la importación a los hilados de la India o la propuesta del Ministerio de Agricultura de elevar los aranceles para la cadena de algodón, textiles y confecciones.Tras algunas dubitaciones, el Gobierno ha decidido acelerar el diseño de los programas de estímulo económico para enfrentar el impacto de las crisis financiera internacional. Del mismo modo debe actuar para que la inversión no se detenga.

  • [Gestión,Pág. 20]
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