Ayer, los congresistas se enfrascaron en esas insulsas y somnolientas sesiones a las que ya nos tienen acostumbrados, para que recién a las 6 p.m. la Mesa Directiva decidiera plantear el debate de la Ley General del Ambiente.Sin embargo, a esa hora decidieron que ya era muy tarde y plantearon su discusión para el pleno del próximo jueves 13 de octubre."Es un tema de suma importancia y debe ser visto con más tranquilidad", dijeron. Horas antes, durante una conferencia de prensa, los gremios empresariales más importantes del país (las sociedades de Minería, Industria y Pesquería, Confiep, Cómex , entre otros) habían amenazado con paralizar las inversiones si esta ley era respaldada por el Congreso."Si la aprueban interpondremos una demanda ante el Tribunal Constitucional, pediremos que la cambien y se paralizarán las inversiones", dijo el presidente de la Confiep, José Miguel Morales. Ya durante el pleno, los congresistas Luis Solari (Concertación Parlamentaria) y Jorge del Castillo (Apra) habían argumentado similares objeciones: que era necesario un mejor debate porque la ley no se podía aplicar en el país y porque, además, afectaría las inversiones.Por su parte, Mariano Castro, secretario ejecutivo del Consejo Nacional del Ambiente (Conam), precisó que "la ley es el resultado de un trabajo de más de dos años. Sí responde a las necesidades del país. No merece que la archiven" .