En el 2003 los bolivianos nos mareamos con la danza de los trillones de pies de gas (TPC). Factores técnicos, especulativos, cambio a las reglas, falta de exploración, uso intensivo y visión para apertura de nuevos mercados han llevado a reservas certificadas probadas de 9.7 TPC. Dura realidad.Con el campo Aquio, las reservas llegarían a 13 TPC, de las cuales 9 TPC están comprometidas a Brasil, Argentina y el mercado interno, y la curva de produccion se amplía del 2015 al 2017 o 2018 para cumplir estos compromisos.Con agrado y optimismo observamos que duras consignas del pasado, como una férrea e irracional negativa a exportación de gas y GNL, que todo el gas debe ser industrializado en el país, ‘ni una molécula de gas a Chile’, ‘fuera a las empresas petroleras’ y ‘el Estado puede hacerlo todo’, parecen estar quedando atrás.El presidente de YPFB-Chaco recientemente planteaba en la Cámara de Senadores que eran necesarios incentivos operativos/tributarios para atraer inversiones en exploración. Pedía también una nueva Ley de Hidrocarburos, un marco jurídico claro para dar seguridad jurídica a inversiones públicas como privadas y otorgar agilidad a los procesos ambientales.Casi paralelamente, en nutrida conferencia de prensa, el presidente de YPFB Transporte planteaba la necesidad de abrir nuevos mercados para el gas a través del puerto de Ilo, mirando los mercados de Asia, y pedía destrabar el referéndum de gas para llegar a Chile, situación impensable solo 3 o 5 años atrás.Bolivia tiene un gran potencial de gas y es muy competitivo producirlo. Brasil y Argentina son mercados consolidados con ventaja de infraestructura. El gas a Brasil continuará fluyendo después del 2019 y la renegociación detonará exploración y entonces será posible estudiar proyectos petroquímicos de escala en la frontera, mirando mercados de Brasil y el Atlántico.Con marginalidad en los costos, las reservas de Bolivia pueden complementar más adelante al complejo industrial y petroquímico que acertadamente se viene apuntalando y mirar mercados de Asia y el Pacífico. Chile fue, es y será el mejor mercado para el gas de Bolivia, porque está muy cerca y es deficitario.Hay nuevas señales para orientar a una muy confundida población y que son paso fundamental para generar confianza con los mercados y los inversionistas. ¿Hay luz al final del túnel? Una pronta y coherente Ley de Hidrocarburos es el primer paso en esta dirección, señala Álvaro Ríos Roca,Socio Director de Gas Energy y DI International