TENSA RELACIÓN DE EMPRESARIOS CON EL GOBIERNO
20 de octubre de 2011

AUNQUE LAS DUDAS PERSISTEN, en líneas generales se piensa que el Gobierno está transitando un acertado camino. Así lo muestran las encuestas de opinión pública, que dan un alto respaldo ciudadano al presidente, con el incremento de su popularidad en los sectores A y B, que le fueron tan reacios durante la campaña electoral, y el mayor optimismo que están expresando los empresarios, lo que podría traducirse en más inversiones.Sin embargo, cuando se observan las particularidades de cada sector económico y se analizan las relaciones del día a día, se nota que permanecen los problemas y brotan las diferencias que no deben escalar a situaciones que podrían transformarse en inmanejables.Son los casos, por mencionar solo tres de los más difundidos, de la renegociación de un nuevo contrato del gas de Camisea, para renovarle o no la concesión a Telefónica y el enfrentamiento entre el Ministerio de la Producción con los pesqueros industriales.En esa línea de acción, llama la atención que el Gobierno, que logró por consenso aprobar el denominado gravamen minero, ahora no pueda resolver de igual forma las desavenencias con los empresarios de la pesca. Por el contrario, los funcionarios desaprovechan momentos para acercar voluntades. Por ejemplo, creemos que el ministro de la Producción debió concurrir a la reunión de la Organización Internacional de Harina y Aceite de Pescado (IFFO), que se celebró en Lima, y no enviar a un asesor que repitió, con menos autoridad, críticas que profundizaron las diferencias y crearon mayor desconcierto en ese gremio.Nosotros, que basamos nuestro trabajo en la comunicación, pensamos que esta herramienta es fundamental para evitar que se vayan a ahondar las controversias. Juzgamos, en consecuencia, como poco adecuado que el presidente de la República y su primer ministro hayan optado por el silencio como estrategia para no mover más las aguas.Además, también es necesario que los gremios empresariales muestren mayor unidad de criterio, y así evitar pronunciarse solo cuando una situación dada afecte sus particulares intereses, sin fijarse en intereses mayores.

  • [Gestión,Pág. 18]
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