Es indignante ver las lagunas negras de petróleo en medio de la selva virgen ocasionadas por los recientes sabotajes a los oleoductos del lote 8 (en Trompeteros, Loreto), con naturaleza muerta debajo del fango oscuro y un fuerte olor a podrido. Mirando con lástima este paisaje a uno no le queda más que preguntarse: ¿Qué motivos tiene una persona para cortar las tuberías de petróleo y causar este daño tan grande a la naturaleza? No son hechos aislados, sino sistemáticos atentados que se han dado con una periodicidad promedio de 25 días.Hasta el momento se registran ocho atentados de corte de las tuberías petroleras desde el 10 de enero pasado.Todos tienen características parecidas, los lugares son zonas alejadas de los campamentos petroleros y de cualquier aldea; se efectúan en horas de la noche y los oleoductos son cortados con sierras domésticas (aunque en los dos últimos ataques se han utilizado sierras especiales para el corte de tuberías de acero de gran diámetro, para hacerlo en forma rápida).