Cuando los directivos de la empresa Lucchetti se dieron cuenta a fines de 1997 de que las municipalidades de Lima y Chorrillos no les iban a autorizar la construcción y el funcionamiento de la fábrica que habían empezado a levantar en los Pantanos de Villa, decidieron recurrir al hombre más poderoso de ese entonces: Vladimiro Montesinos. Y recurrieron a él para que el Poder Judicial, que controlaba a través de un conjunto de jueces y vocales, los apoyara en la construcción y posterior funcionamiento de su gigantesca fábrica de fideos.Es por ese motivo que el 8 de enero de 1998, el entonces gerente general de Lucchetti-Chile y presidente del Banco Latinoamericano de Exportaciones, Gonzalo Menéndez Duque, solicita su intervención para hacer frente a la comuna metropolitana. Dos meses más tarde, y para agradecer las acciones de amparo aceptadas por los jueces al servicio de Montesinos, concurrió al entonces SIN el dueño de todo el consorcio, Andrónico Luksic. Gracias a ese irregular apoyo judicial, la fábrica Lucchetti empezó a funcionar hasta que fue clausurada el 16 de enero del 2003. Esta es la resumida historia de un proceso judicial que ha captado la atención y la preocupación de autoridades y políticos tanto peruanos como chilenos. El jueves último, la Primera Sala Penal Anticorrupción declaró reos contumaces y ordenó la captura de los empresarios chilenos por no concurrir al juicio oral.Tras señalar que cada caso es particular, el presidente de la Segunda Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema, Javier Villa Stein, explicó que sí procedía la declaración de contumacia contra los procesados que no se presentaron al juicio oral. Asimismo, señaló que la ley peruana reconocía mecanismos a los que podían recurrir los abogados de la defensa para cuestionar el reciente fallo judicial. Del mismo modo, enfatizó que el Poder Judicial era autónomo y que ningún poder extraño, ya sea nacional o extranjero, debía interferir en las resoluciones judiciales: "El Poder Judicial es autónomo y en consecuencia ningún poder extraño debe interferir, ni nacional ni extranjero".(Edición sábado).