Para los agricultores de la provincia andina de Candarave (Tacna), la convivencia con la minería es virtualmente imposible. Culpan a Southern Copper Corporation de desertificar más de 27.500 hectáreas de humedales en la zona de Huaytire (frontera con Moquegua) y la vinculan con la desaparición de 69 vertientes hídricas de las subcuencas de Callazas, Salado y Tacalaya.Esto terminó por impactar en sus principales actividades productivas: la agricultura y la ganadería.Según un informe de la Municipalidad Provincial de Candarave (2007), los cultivos de alfalfa y orégano decrecen desde 1998. Por otro lado, señalan que la actividad pecuaria bajó a la tercera parte respecto a datos de 1987.Sin embargo, la visión de Southern es diametralmente opuesta. Bajo su concepto, la falta de agua en Tacna se vincula al calentamiento global y niega que sus operaciones tengan relación con lo que acusan los candaraveños.Un reciente estudio del Grupo de Análisis para el Desarrollo (Grade) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) está de acuerdo con esta teoría. Los tacneños relacionan la explotación hídrica que realiza Southern en Candarave con la desaparición de sus fuentes de agua que impacta, según ellos, en sus campos y pastizales con los que se alimenta su ganado.José Nicolás de Piérola, gerente de recursos hídricos de Southern, rechaza esta hipótesis. "Hay todo un estudio que se hizo y se presentó a la autoridad del agua (1985). Ellos lo han revisado y se determinó que no existe una afectación", dice el ejecutivo, quien agrega que "lo que ha pasado en Candarave y en la zona sur, en el Titicaca también se puede ver, es que en los últimos 5 años hubo precipitaciones menores que el promedio, entonces todos los cauces se han secado es un problema regional", afirma.(Edición domingo).