El 13, que para muchos es un número de mala suerte, se convirtió ayer en una panacea para el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) ante tanta incertidumbre que lo acompaña estos días. Porque 13 es la cantidad de partidos políticos que expresaron --en un comunicado-- que la Constitución no admite dudas (ni dobles lecturas ni interpretaciones) al fijar que los fallos del órgano electoral son irrevisables.Un candado bienvenido ante la posibilidad de que se interpongan acciones de amparo contra cualquier sentencia electoral (incluso de los jurados especiales departamentales) y que estas sean examinadas en última instancia por el Tribunal Constitucional (TC).Y no es que el JNE sea una isla alejada de cuanto control externo se pueda establecer ni tampoco se trata de 13 gallos de pelea (entre los 29 que están oficialmente reconocidos en el país), pero al menos estos últimos superaron la queja muy común de que los partidos no sientan posición cuando de temas controvertidos se trata.