¿Hasta cuándo seguiremos observando la inacción del Estado ante el avance depredatorio de la minería ilegal en Madre de Dios? Esta no solo sigue deforestando grandes extensiones de bosques amazónicos y contaminando con mercurio sus ríos y afluentes, sino que genera informalidad económica, descomposición social y hasta aberrante tráfico de personas y menores de edad, con fines de explotación sexual.Es hora de deslindar responsabilidades y denunciar a los culpables, además de exigir la inmediata intervención del Gobierno Central, regional y municipal ante un problema que se agrava día a día con efectos desastrosos. ¿Por qué no se aplican las leyes para la minería informal y el Decreto de Urgencia 012, que entre otras cosas prohíbe el uso de dragas y la expansión de zonas mineras en Madre de Dios?Los ministerios del Ambiente y de Energía y Minas tienen que asumir su responsabilidad y actuar de inmediato, pues la inacción solo alimenta el círculo vicioso y cómplice de la impunidad y la depredación criminal.