El presidente ollanta humala pudo haber obtenido una contundente victoria en Nueva York, pues tenía todo a su favor y casi nada en contra. Sin embargo, el injustificado enfado ante un periodista de una cadena de televisión internacional, y nada más por no señalar con claridad que no modificará la Constitución para reelegirse, y los hierros administrativos cometidos a raíz del viaje de su esposa, han creado la sensación de haberse dejado empatar en los minutos finales un partido que iba ganando con ventaja.Estos accidentes aún evidencian falta de pericia y experiencia para afrontar dificultades que se deberán sortear con una adecuada planificación de las comunicaciones y no con el silencio. El presidente, en consecuencia, debe seguir hablando con la prensa y contestar con suficiente destreza y claridad interrogantes de todos los temas.Esta aptitud también debe alcanzar a funcionarios como el canciller, que pese a ser uno de los principales voceros del Gobierno, no supo explicar la molestia del presidente y cuál es el papel que cumple la señora Nadine Heredia en la delegación oficial, a diferencia del primer ministro, que tuvo una intervención más inteligente al admitir que el mandatario debió rechazar con claridad que no buscará reelegirse.No obstante, la visita a Nueva York ha servido para una vez más colocar al Perú en la vitrina mundial de los negocios, y pedir a los inversionistas internacionales que mantengan su interés por nuestro país, porque "ambos nos necesitamos", como expresó Humala en el Peruvian Business Forum, auditorio que reunió a los más importantes empresarios en Estados Unidos, en un mayor número al que se esperaba.Es positivo que haya enfatizado que no está dispuesto a hacer ideología, porque eso confirma que su gobierno es capaz de seguir por la ruta de los lineamientos que nos han llevado a obtener buenos resultados macroeconómicos, en línea con lo dicho por el ministro de Economía y el presidente del BCR en la reunión en el Princeton Club de Nueva York.En suma, el presidente cumplió un buen papel en materia económica, pero actuó deficientemente en el terreno político.