El mito de que la minería es sólo un sector extractivo que no genera ningún valor agregado y que encima carece de ser una faja de transmisión de innovación tecnológica fue una vez más desbaratado ayer durante la trigésima Convención Minera. Lo extraño que este mito es arrastrado por sectores de izquierda y se ha vuelto un clisé, que delata sólo la mala leche de quienes buscan el repliegue de la minería formal. Resulta evidente que la minería no es meramente extractiva. Genera previamente todo un desarrollo tecnológico y de capital humano para la primera fase clave, que es la exploración. Para quienes piensan que explorar es sólo meter una barreta en la tierra, pues sólo retienen la imagen caricaturizada de una etapa clave que ya demanda todo una cadena logística, de bienes de capital y de servicios agregados. Ni hablar de un proyecto en plena explotación. Aquí la cadena de valor se multiplica a nivel multisectorial, generando un impacto millonario en la economía local, regional y nacional. Si sólo hablamos de logística minera, ésta tiene sus ramificaciones que cruzan gran parte de los sectores productivos y de servicios. Como bien se concluyó en la segunda jornada de PERUMIN, el Perú es y siempre será minero, porque lo lleva en su ADN. Por ello, los peruanos debemos mostrarnos no sólo orgullosos de nuestra gastronomía, sino también de nuestra minería. ¿Algún día lo entenderemos?