Erika Manchego de Scotiabank Peru, escribe. Los precios de los metales preciosos están siendo favorecidos por los desequilibrios macroeconómicos en EE.UU. y varios países de la Eurozona, que los acercan a la insolvencia fiscal. Esta situación está generando una pérdida de confianza en las principales monedas, lo que incrementa la demanda de oro como refugio de valor. Asimismo, la inflación sigue afectando a China y a otros países emergentes, lo que también es un factor que impulsa la cotización del oro. El precio del oro va a seguir marcando nuevos máximos en los años siguientes, para el 2012 estimamos un precio promedio de US$1.875/oz. De igual manera, el precio de la plata seguiría la misma tendencia y es probable que sobrepase su récord histórico de US$50/oz. en el mediano plazo. En cuanto a los metales industriales, en especial el cobre y el zinc, nuestras proyecciones siguen siendo al alza, aunque en forma más moderada. Incluso en un escenario de estancamiento en EE.UU., la demanda de metales industriales seguiría siendo sostenida por China, lo que evitaría una caída de los precios. Existen algunos factores que podrían alterar las tendencias esperadas de los metales. El riesgo de una crisis internacional sí podría generar un cambio de tendencia de los precios de los metales, aunque a diferencia de la crisis del 2008, el oro se mantendría al alza, debido a que la naturaleza de la crisis que se avecina es de carácter fiscal. Por otro lado, existe la posibilidad de que Estados Unidos y otros países con desequilibrios utilicen políticas monetarias expansivas para estimular sus economías, lo que generaría una inyección de liquidez en los mercados financieros. Un incremento de la liquidez involucraría que los capitales fluyan hacia activos más rentables, incluidos los metales, sobre todo al oro y al cobre que son los de mejores fundamentos.