Día 2 de octubre. El ministro de Agricultura, Manuel Manrique, inicia, junto con dos de los principales dirigentes agrarios, una pasantía por El Salvador y México para conocer la experiencia de esos países en sus respectivos TLC con EE.UU. ¿La idea? Convencer a Luis Zúñiga, presidente de Conveagro, y Enrique Málaga, presidente de la Junta Nacional de los Usuarios de los Distritos de Riego del Perú (JNUDRP) de los beneficios del acuerdo. Pero el viaje no dio los frutos esperados.En una reunión conjunta para evaluar el viaje, Zúñiga aseguró que el Nafta (en vigencia desde hace 10 años) ha sido un fracaso para el sector agrario mexicano y solicitó que "las negociaciones que lleva a cabo el Perú deben suspenderse, pues están siendo mal negociadas".Para sustentar su posición, el representante citó una recatafila de cifras y estudios, que señalan, por ejemplo, que, de 1992 al 2002, la renta empresarial de los negocios agrarios mexicanos se redujo y que las importaciones de los diez cultivos básicos pasó, en promedio, de 9 a 19 millones de toneladas. "Hace 10 años México importaba entre 10% y 15% de los alimentos que consumía, hoy importa el 40%", declaró.