EL ACUERDO MINERO
29 de agosto de 2011

El discurso del Premier tuvo cosas muy interesantes que la opinión pública ha escuchado con atención y recibido con beneplácito. No se mencionaron cambios a la Constitución, lo que da tranquilidad a privados e inversionistas y el crecimiento de la economía peruana, calculado en 6% del PBI por año, es el reto más importante a cumplir, puesto como meta pública. Si bien hemos venido creciendo más que ello y algunos dicen que el número mágico para reducir la pobreza es un crecimiento de 7%, lo cierto es que si se focaliza el crecimiento, éste será importante.Quizá lo más significativo en cuanto promesa electoral es el acuerdo con el sector minero por el cual el Estado recibiría S/.3 mil millones anuales aproximadamente, por los siguientes 5 años. Este anuncio es un logro muy positivo para ambas partes. Para el gobierno, le permite cumplir una promesa de campaña y con este dinero hacer infraestructura donde más se necesita, mejorando la calidad de vida de los peruanos pobres y dinamizando la economía a partir de la construcción zonal.Desde el punto de vista de la minería, la "asociación" entre el minero y el gobierno será más explícita, pues para que haya los S/.3 mil millones al año tiene que haber necesariamente "utilidades" en la minería. En otras palabras, si los mineros no ganan dinero, el Estado tampoco recibe. Esta forma impositiva es la correcta y así funciona también el impuesto a la renta: en asociación.Es importante resaltar que la negociación fue flexible y ambas partes sienten, como en cualquier buena negociación, que han ganado algo. El gobierno dejó de la lado "la imposición" para pasar a un gravamen, entendiendo que no se puede atentar contra los contratos de estabilidad, y los mineros entendieron que era importante que contribuyeran económicamente en una mayor proporción para el país.En este acuerdo, que aún falta poner en lenguaje legal, entrarían la revisión del sistema de regalías para gravar la utilidad, recuperando equidad. Se busca por supuesto mantener competitividad y no castigar la eficiencia. Todo ello debe enmarcarse en los principios constitucionales de no discriminación, no confiscatoriedad e igualdad.Según los entendidos, la fórmula quizá pase por una ley para los no estabilizados y un contrato para los que tienen convenio de estabilidad jurídica, respetándose la Constitución y lográndose el mismo efecto. Los mineros y el Estado trabajarán de la mano para hacer utilidades, pues son socios en mejorar la calidad de vida de los peruanos pobres, cumpliendo cada quien su papel: el de Estado y el de empresario. Ahí estará el reto: en el trabajo conjunto, afirma Cecilia Blume.