De la mina Santa Bárbara se extrajo azogue por más de cuatro siglos desde la época española. Esta mina, ubicada a 15 kilómetros de la ciudad de Huancavelica, permanece abandonada con sus misterios esperando ser develados. Pero sus riquezas, olvidadas por muchos años, pronto saldrán a la luz porque el Gobierno Regional de Huancavelica se ha propuesto llevar adelante un proyecto de puesta en valor de este enigmático socavón.En la época de máximo esplendor, se construyeron alrededor de la mina tres iglesias, numerosas calles y hasta una plaza de toros. Según las historias que se han transmitido a través del tiempo, se construyó esta ciudadela para que los trabajadores no tuvieran pretextos para salir del lugar. A esta valiosa mina se la conoció también como la mina de la muerte, porque el que ingresaba a trabajar moría dentro. La tradición señala que la ciudadela tenía incluso su cementerio.(Edición domingo).