ARCHIVAN CASO DE CARTAS FALSAS POR FALTA DE PRUEBAS CONTRA LOS DOS INVOLUCRADOS
12 de octubre de 2005

Cuando la Fiscalía de la Nación decidió no denunciar al ex ministro de Justicia Fernando Olivera, por haber llevado cartas falsificadas al Vaticano que desprestigiaban al cardenal Juan Luis Cipriani y al nuncio apostólico Rino Passigato, se decretó prácticamente la muerte de esa importante investigación. El tiro de gracia lo dio ayer el Segundo Juzgado Penal de Lima y con ello la posibilidad de identificar a quienes fraguaron documentos que aludían tratos y entrega de fondos de la corrupción fujimontesinista a ambos prelados.En una resolución que aún podría ser revisada por la instancia superior, si la fiscalía decide apelar, el juez Miguel Sánchez archivó el caso al considerar que no había pruebas que vincularan al obispo de Puno, monseñor Jorge Carrión, y al ex empleado de la Conferencia Episcopal Juan José Rojas Saavedra, con la elaboración y posterior entrega de esas cartas apócrifas al Ministerio de Justicia en el 2001.En su sentencia, que recién sería notificada en los próximos días, el magistrado también consideró que no se pudo acreditar que Carrión y Rojas hayan sido parte de una supuesta campaña orientada a desacreditar la imagen del arzobispo primado del Perú y del representante del Papa.