¿Si en un arrebato, a un congresista se le ocurre golpear a un acreedor de su empresa, no podría pasarle nada porque actuó como empresario y no como parlamentario? Así podría entenderse la decisión de la Comisión Permanente del Congreso de archivar la denuncia constitucional contra Alfredo González, tras el incidente que protagonizara en setiembre del año pasado, cuando agredió a una trabajadora durante una diligencia judicial.Dicha denunciala presentó el congresista Javier Diez Canseco por los presuntos delitos de robo agravado, abuso de autoridad y violencia contra la autoridad para impedir el ejercicio de sus funciones.Sin embargo, para la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, en cuya recomendación se basa la decisión de la Comisión Permanente, durante el incidente ocurrido en el estadio Monumental, Alfredo González actuó en su condición de presidente del Club Universitario de Deportes y no en cumplimiento de la función parlamentaria.