Las empresas mineras de origen canadiense que operan en el Perú estudian la posibilidad de proponer nuevos mecanismos para mejorar las relaciones con comunidades campesinas y nativas, que podrían incluir hasta ceder un mínimo porcentaje del accionariado de esas compañías.La evaluación ha llevado a que ejecutivos de esas firmas viajen a Canadá para tomar la opinión de sus matrices y conocer más detalladamente cómo las empresas mineras han establecido una buena relación con las comunidades nativas asentadas en territorios donde se realizan actividades extractivas."Allá (en Canadá) existen mecanismos que adaptados a la realidad peruana se podrían aplicar acá", dijo una fuente del sector.Mediante los llamados Acuerdos de Impacto y Beneficios, en ese país de Norteamérica se han reforzado las relaciones entre la empresa y las comunidades y se ha logrado un apoyo local al proyecto minero.