IMAGINE LA SOSTENIBILIDAD
12 de agosto de 2011

Ejecutivos peruanos que desean iniciarse en el camino de la responsabilidad social empresarial (RSE) suelen hacerme las siguientes preguntas: ¿Cómo empiezo? ¿Nos va a costar mucho? Sus preguntas son válidas, pues reflejan poca experiencia en el tema y porque desean situarse en un punto de partida. Además, son conscientes de que la travesía no siempre resulta sencilla.En verdad, hay que mirar el tema como un reto más para la empresa. Dicho esto, les lanzo de inmediato el siguiente ejercicio: imagine cómo desea ver a su empresa en los próximos 20 o 25 años. ¿Cuáles son aquellas fortalezas por las que debería ser reconocida? ¿Qué valores está dispuesta a compartir con la sociedad? ¿Qué prácticas o conductas son aquellas que representan un gancho importante para aquellos que puedan interesarse en su organización? ¿Apostaría por tener una relación transparente con sus grupos de interés? En otras palabras: ¡Imagine la RSE que desea para su organización! Responder estas interrogantes puede ayudar a plantear estrategias claras que permitan familiarizarse con el tema y luego elaborar un plan estratégico de RSE. Siempre es recomendable realizar un diagnóstico del estado actual de la RSE. Examinar, por ejemplo, cómo están sus prácticas laborales, el compromiso con el medio ambiente, la misión y visión de la compañía, las políticas hacia clientes o consumidores y cómo se relaciona con la población de su entorno, entre otros aspectos.Involucre e informe a todo el personal sobre estas prácticas a través de una campaña de comunicación interna. Es posible que descubra a un grupo de colaboradores que está dispuesto a apoyar una causa de RSE.Ahora que ya hizo este ejercicio, llegó el momento de elaborar el plan y establecer estrategias y actividades, además de incluir un presupuesto. Pero, ¡cuidado!, la RSE no es un tema de recursos, sino de compromiso y voluntad, pues siempre se podrá priorizar actividades. La parte más difícil, quizás, sea convencer a sus accionistas de tener a la RSE como un sistema de gestión interno y de los beneficios que ello traerá en el futuro. Al final, estamos hablando de un mejor valor económico, social y ambiental para la empresa y una mayor reputación ante la opinión pública y los grupos de interés.La RSE no es solo imaginación, sino esencialmente práctica empresarial, señala el comunicador José Salazar.