HUMALA DEJÓ LOS DETALLES AL GABINETE LERNER
1 de agosto de 2011

Si algo se puede destacar del discurso de toma de mando del presidente Ollanta Humala es la ausencia de sorpresas, salvo la mención a la Constitución de 1979 que el mandatario y sus vicepresidentes hicieron al momento de su juramentación. Las millonarias cifras brillaron por su ausencia, marcando una clara diferencia respecto de sus predecesores. La prioridad será reducir la brecha del ingreso, lo que este Gobierno ha llamado "crecimiento económico con inclusión social". Y fue alrededor de este tema que giró el discurso presidencial, apegándose de esa forma a los lineamientos de su "hoja de ruta". Aunque se extrañaron algunas metas macroeconómicas específicas para el periodo 2011-2016, como por ejemplo la expansión del PBI, evolución de las exportaciones o reducción de la pobreza -omisión que suponemos será subsanada cuando el Gabinete se presente ante el Congreso-, vale la pena rescatar el compromiso del mandatario por asumir el liderazgo en temas como la lucha contra la inseguridad ciudadana y la coordinación con los gobiernos regionales.Si bien se escucharon algunas medidas en torno a la inclusión social, Humala no fue demasiado incisivo en educación y salud, que son la base de una verdadera reforma en el bienestar de la población. Al respecto, consideramos que se están priorizando políticas asistencialistas en detrimento de aquellas que generan valor y beneficios de largo plazo. Es preciso tener claro que el alivio de la pobreza no garantiza su eliminación.La actividad empresarial del Estado ocupó varios pasajes del discurso y en ese tema se espera un debate más amplio. Lo que sí queda claro es que la retórica izquierdista estará presente en los discursos oficiales del mandatario –y algunos de sus ministros. Lo que sí debe superarse es la desorganización con que se realizó el acto y que las conductas del tipo "barra brava" no se repitan cuando el Gabinete se presente ante el Congreso. Esa ocasión servirá para que el premier explique cómo pondrá en marcha el plan de gobierno, despejar las dudas que aún persisten y tranquilizar a quienes todavía desconfían de los mensajes emitidos por el presidente y su equipo.

  • [Gestión,Pág. 30]
  • /