LA AGENDA DEL SECTOR PRIVADO 2011 - 2016
20 de julio de 2011

Hasta hace apenas mes y medio, el grueso del sector empresarial no dudaba en mostrar su desconfianza y criticar la candidatura de Gana Perú. Por eso resultó sorprendente, pero también saludable, que sus principales representantes se reuniesen con Ollanta Humala apenas se conocieron los resultados de la segunda vuelta. Desde entonces, las relaciones entre los empresarios y el presidente electo han sido cordiales.Incluso en medio de la incertidumbre generada por los pocos anuncios tranquilizadores -que propiciaron la contracción de la inversión-, los empresarios no han dejado de emitir mensajes positivos. Y por fin esta semana, Humala ha respondido ratificando en su cargo al presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Julio Velarde, uno de los artífices de la solidez que han mantenido los fundamentos macroeconómicos del Perú. Esta buena disposición del empresariado nacional también incluye el ofrecimiento de entregar al Gobierno electo la agenda pendiente en materia de políticas de desarrollo. Aunque es obvio que discrepan de las promesas electorales, como la elevación del salario mínimo, y que no miran con buenos ojos otras, como gravar las llamadas sobreganancias mineras; su intención de dialogar y colaborar es un indicio de que están mirando más allá de sus propios intereses.Saludamos este nuevo estilo de relación con el Estado, pues consideramos que el crecimiento tiene que estar sustentado en la inversión privada. Es por ello que confiamos que la agenda que preparan los empresarios también incluya rubros que hasta hoy se mantienen rezagados, como la protección del medio ambiente –que, seamos sinceros, aún carece de una visión clara–, políticas laborales que no se centren en el tema salarial, la puesta al día de sus relaciones con los consumidores y la evolución de sus políticas de responsabilidad social -para poner en práctica lo que abunda en el papel.La lucha contra la corrupción tampoco parece ocupar un lugar prioritario en la agenda empresarial (si ese problema existe, en buena parte se debe a que hay empresas que la inducen). Y si de generar consensos se trata, ¿no sería más conveniente que la Confiep, la Sociedad Nacional de Industrias y la Cámara de Comercio presenten una propuesta conjunta?.

  • [Gestión,Pág. 30]
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