SOBREGANEMOS
20 de julio de 2011

La racionalidad se va imponiendo. Si en materia de política minera todo se va decantando por la imperiosa necesidad de seguir atrayendo inversiones en un contexto de buenos precios internacionales y una creciente demanda de recursos para financiar un vasto programa de desarrollo multisectorial en beneficio de los más pobres, creo que el presidente electo Ollanta Humala tiene entre sus manos una solución a la papa caliente llamada "sobreganancia minera".Y es que el facilismo electorero de todos los candidatos presidenciales en la última campaña electoral caricaturizó a la actividad minera como un conjunto de empresas que se la llevaban fácil gracias a que por obra y gracia del mercado mundial obtenían cuantiosas ganancias que no eran compartidas con el Estado peruano, por ello se fabricó ese espantapájaros llamado "sobreganancia".Una vez pasada la euforia y observando serenamente la realidad del sector minero, los políticos y aficionados descubren que en realidad tanto la empresa como el Estado peruano vienen “sobreganando” y que va a resultar muy difícil aumentar la carga tributaria sobre los hombros de las mineras, pues corremos el riesgo de perder soga y cabra debido a que nuestros directos competidores como Australia, Canadá y Chile, cobran menores impuestos que nosotros.Por ello, la aplicación de la lógica que sostiene que las empresas mineras que ganan más deben aportar más se traduce en un cambio en la aplicación de las regalías mineras, expuesta en su debida oportunidad por el tributarista Luis Alberto Arias Minaya (hoy en las filas de Gana Perú) y un estudio del IPE, que va ganando consenso entre los inversionistas. Esperemos que haya humo blanco.

  • [Expreso,Pág. 11]
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