EL BAJO PRECIO DEL GAS EN MÉXICO PUEDE FACILITAR LA RENEGOCIACIÓN DEL CONTRATO DE CAMISEA
19 de julio de 2011

Con los actuales precios del petróleo en el mercado internacional es el momento para avanzar aceleradamente en la masificación del uso del gas natural, señala Pedro Gamio, quien fuera viceministro de Energía a inicios del gobierno de García. Las negociaciones para modificar los contratos de Camisea que lleva el actual gobierno no concluirán. ¿Cuál es su comentario? Es difícil para un gobierno que está de salida lograr que la renegociación camine. Definitivamente, esta va a ser la tarea prioritaria para el nuevo gobierno, es urgente resolver este asunto.¿Por qué?Porque el petróleo está en US$ 100 el barril, en promedio, en el mercado internacional, y si no avanzamos aceleradamente en la masificación del uso del gas natural (GN) podemos tener problemas en cuanto a un costo muy alto de la energía en el mercado interno, lo cual resta competitividad al país.¿Y cuál sería la salida a este problema?Lo primero es reconocer que existe racionamiento de gas natural en el país actualmente, porque de lo contrario (el actual ministro) no hubiera sacado una norma para asignar prioridades para su uso. Entonces, el país no tiene todo el gas que necesita para atender la demanda interna.Tanto el MEM como el consorcio Camisea han dicho que hay gas suficiente...Las cifras de entidades técnicas serias (no políticas) indican que hay proyectos cuya demanda no atendida será de unos 150 millones de pies cúbicos diarios (mpcd) de acá a tres años.¿Si fuera ese el caso, cuál sería la solución?Por razones diversas el precio (Henry Hub -HH, que es el referencial para la exportación del Perú) del gas natural en el mercado americano está muy bajo y no completa las expectativas de los dueños del proyecto de exportación. Es decir, la economía del proyecto de exportación no ‘cierra’ con los precios (HH) del gas natural a Manzanillo. De otro lado, el Perú tiene una razón legal para hacer valer la prioridad del suministro al mercado interno (y es defendible en cualquier arbitraje o mecanismo de conciliación). Además, dicho uso abarata sustancialmente los costos internos. Estos argumentos favorecen a que una renegociación de los contratos (por el nuevo gobierno) tenga buen camino.

  • [Gestión,Pág. 16-17]
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