Hasta la tarde de ayer ya eran 20 las naves de gran tonelaje que se dirigían al proyecto Camisea y habían sido detenidas a la altura de los distritos de Tahuanía y de Sepahua por los nativos que impiden el paso de las embarcaciones por los ríos Tambo y Urubamba, con la finalidad de exigir al Gobierno un porcentaje de las regalías del proyecto gasífero.Tras una reunión de emergencia, las principales autoridades de Atalaya, con el respaldo del gobierno regional, decidieron radicalizar la medida de fuerza. Por ello, no solo impiden el paso de las barcazas que van hacia el proyecto, sino que han bloqueado el acceso a cualquier nave que lleve equipos o alimentos. Para lograr su objetivo, unos tres mil asháninkas, gimes y shipibos vigilan las desembocaduras de los ríos.