En la investigación que ha realizado la Contraloría sobre los contratos para la exportación del gas de Camisea, se han obviado aspectos que resultan mucho más graves para el Estado, más allá de que se recaudó menos regalías que las que debía percibir, afirmó Carlos Herrera Descalzi, miembro del equipo de transferencia del sector Energía y Minas de Gana Perú.Lo que no se ha investigado es que en ese contrato se consideró al lote 56 como un simple lote en exploración, sin tomar en cuenta que ya contaba con reservas probadas de ese combustible, por lo cual se constituía en un lote para explotación, es decir que su gas se podían comerciar.