EL TEMOR CHINO POR LA INFLACIÓN
8 de julio de 2011

El Gobierno de China decidió incrementar su tasa de interés de referencia, por tercera vez en el año, buscando controlar las presiones inflacionarias que padece. En mayo la inflación anualizada en China alcanzó una tasa de 5.5%, el mayor nivel registrado en los últimos 34 meses, pese a las medidas que el Gobierno chino había tomado con anterioridad.La medida de China demuestra que su Gobierno está tomando como prioritaria la lucha contra el alza de precios, uno de los factores que podrían desencadenar revueltas sociales en el gigante asiático, uno de los riesgos que afronta tal nación.Sin embargo, como toda medida de este tipo, existen riesgos también de que se exagere el ajuste de política monetaria, lo que a su vez desacelere en mayor magnitud el aún fuerte avance de la economía china.Y es justamente esta economía en la que se viene apoyando la recuperación de la economía mundial, ya que todavía no existe un fortalecimiento de la economía estadounidense, y menos aún se percibe una luz para la crisis de deuda en la Unión Europea.Una agudización de la crisis europea, escenario muy probable, crearía una turbulencia en los mercados, la cual podría tornarse más complicada aún si es que China aminora de manera brusca su fuerte avance económico.China es uno de los mayores consumidores de materias primas, las cuales además constituyen las principales exportaciones de nuestro país y de otras naciones en Latinoamérica. Una abrupta desaceleración de la economía china, que puede coincidir con una agudización de la crisis europea, podría llevar abajo los precios de los commodities, en momentos en que varios países de la región, incluido el Perú, se alistan más impuestos para la minería, como parte de los planes de los Gobiernos para recaudar mayores ingresos.Se estima que la inflación anualizada en China superaría el 6% en junio, lo que podría sumar mayor presión a Beijing para continuar con su ajuste monetario, y esperemos pueda tener el tacto necesario para no exagerar y generar expectativas de un aterrizaje forzoso de su economía, en especial en momentos en que los mercados internacionales tienen los nervios a flor de piel.

  • [Gestión,Pág. 30]
  • /