La pretensión de este artículo es proveer referentes históricos para temas que han salido a debate, como el caso de las "regalías escalonadas" como en Chile".Es importante remarcar que la Ley de Regalías establece regalías escalonadas, de tal manera que no se trata de establecerlas sino de modificar las escalas, si los contratos de estabilidad tributaria lo permiten.Existe un antecedente histórico en el Perú que data de 1915, cuando en una coyuntura de alza de precios se empleó un sistema escalonado para el impuesto a la exportación, que aparece formalmente en el esquema tributario peruano bajo la Presidencia de don José Pardo y Barrera.Ese impuesto gravaba productos agropecuarios y, bajo el mismo mandatario, fue extendido a los productos mineros, siempre en un régimen escalonado según las cotizaciones que superasen una cotización denominada "precio-base". Como Ud., estimado lector, podrá apreciar no es necesario recurrir a experiencias extranjeras, toda vez que existen claros antecedentes nacionales que datan de casi un siglo. Pero además del tema "escalonamiento", circula en los periódicos el término "sobreganancia", el mismo que, en ciertas circunstancias, puede contener connotaciones peyorativas, rayanas al "abuso" y/o la "explotación exagerada".Nuevamente recurramos a nuestra rica historia. Durante la Segunda Guerra Mundial y/o en la posguerra, surgió la idea de la "sobreganancia", como se llamó en nuestro país, o "beneficios extraordinarios" en otras latitudes.El fundamento no eran precisamente los precios de exportación sino la mayor rentabilidad de las inversiones; toda la reforma tributaria en ese sentido, coordinada con el impuesto a la exportación, tuvo lugar en gobierno presidido por don Manuel Prado Ugarteche, entre 1941 y 1942.Inicialmente se impuso con nombre de "Impuesto complementario" como gravamen adicional al Impuesto a la Renta y un adicional al Impuesto a la Exportación imputable al pago de este último, criterio que se mantuvo posteriormente, definiendo la "sobreutilidad" como la que superaba la "utilidad normal", conforme a los criterios de rentabilidad vigentes en la época .No cabe duda de que el sistema era un tanto engorroso, pero tenía como objetivo una distribución en la carga tributaria con un criterio equitativo en cuanto a la progresividad de las tasas en materia del impuesto a la renta y la diversificación en relación a distintas escalas por cada producto. La Ley de Regalías vigente no hace esa diferencia, como tampoco el Impuesto a la Renta vigente tiene la progresividad de los regímenes anteriores.Otro aspecto importante que circula en los medios es el ataque al satanizado "modelo neoliberal", especialmente cuando se asocia con la apertura del comercio, o "estrategia de exportación".Desde los fenicios y los griegos, la economía de la civilización fue impulsada por el comercio; pero concentrándonos en el caso de Chile, ejemplo tomado para el caso de las "regalías escalonadas", mencionadas líneas más arriba, en esta ocasión sería la evidencia contraria.En efecto, para Chile, tomando las exportaciones como porcentaje del PBI, en el período 1971-1973 anterior a la apertura, ese porcentaje fue de alrededor de 11%, que se incrementó con la apertura, 1974-1976 al 19% y al 41% para 2008-2010; en nuestro caso, ese porcentaje fue 10% para el período 1990-92, transformándose en 28% para 2008-2010.Para ambos casos, sin mayores complicaciones intelectuales, la evidencia de asociar al "estrategia de exportación" al obvio crecimiento económico nos releva de mayores comentarios, pero la pregunta es ¿por qué estos argumentos no han sido esgrimidos?El interrogante "queda en tu cancha", estimado lector, hay aquí solo un modesto aporte para ayudar a construir la adecuada brújula para nuestro querido Perú, señala Héctor Omar Noejovich, Profesor del Departamento de Economía de la PUCP.